Now it's time to go...
But please... don't go...
Don't go that far.
Don't go so long.
Don't go forever.
Don't go from here.
Don't go...
Just... nothing.
I couldn't do anything... may be pray, but i do not know how pray it feels, what pray it is...
wait me please... try to wait me...
wanna wait me... i'll come back soon. I swear it!
crap... it feels like crap.
And just you have to understand me...
But you even know that i'm hurt... cause you don't even ask...
Me pregunto por qué no prentas... tal vez ni te lo preguntas... qué se yo.
martes, 28 de diciembre de 2010
domingo, 19 de diciembre de 2010
Día de la madre 2009
Es muy posible que yo sea la hija que a nadie le gustaría tener. No soy orgullo de nadie. No hay razón para que lo sea, pero tampoco puedo fingir una razón para ello. Soy lo que soy, aunque eso signifique perder el lazo con mi familia.
Hay un lazo más fuerte que la sangre que corre por mis venas que nos une en secreta confianza. Es ese lazo de un lugar que solo yo y mis hermanos conocemos. Un lugar mejor que ninguno donde no hay peligros, no hay miedos, no hay temores porque era mi lugar habitado por mi y nadie más. Pero es un lugar que abandoné nueve meses después de conocerlo para crear yo mi propio mundo y enfrentarme a él con mis propios recursos que heredé de una enseñanza que solo tú puedes darme. El detalle es que nunca pensamos que nuestros mundos fueran tan diferentes.
No hay mejor madre que la que presta sufrimiento para evitar el de sus hijos, que cuida y ampara su seguridad sin medir consecuencias. No hay mejor madre que aquella que daría la vida, pero yo quiero poder decidir por mi vida, hacer uso de mi poder de discernimiento y aprender de mis propios errores. Levantarme sola de mis caídas para que el día en que no estés yo sepa valerme por mi misma, sepa descubrir qué es lo mejor o que es conveniente. Quiero que mi opinión no nazca de la tuya, porque tú y yo somos personas independiente la una de la otra y no necesito, al menos ya no necesito de tus manos para secar mis lágrimas, abrir mis ojos y ver el camino que yo decido tomar. Ya no necesito tus manos, solo necesito tu voz que me apoye al levantarme, que me aliente a seguir hasta el final.
Es verdad, soy la hija que nadie quiere tener, tu primer fracaso, el más importante y ya no tengo "arreglo"... pero soy hija y tú eres madre... Mi mamá. Y eso es algo que nunca va a cambiar.
Te amo, mama... Mucho más de lo que piensas.
Hay un lazo más fuerte que la sangre que corre por mis venas que nos une en secreta confianza. Es ese lazo de un lugar que solo yo y mis hermanos conocemos. Un lugar mejor que ninguno donde no hay peligros, no hay miedos, no hay temores porque era mi lugar habitado por mi y nadie más. Pero es un lugar que abandoné nueve meses después de conocerlo para crear yo mi propio mundo y enfrentarme a él con mis propios recursos que heredé de una enseñanza que solo tú puedes darme. El detalle es que nunca pensamos que nuestros mundos fueran tan diferentes.
No hay mejor madre que la que presta sufrimiento para evitar el de sus hijos, que cuida y ampara su seguridad sin medir consecuencias. No hay mejor madre que aquella que daría la vida, pero yo quiero poder decidir por mi vida, hacer uso de mi poder de discernimiento y aprender de mis propios errores. Levantarme sola de mis caídas para que el día en que no estés yo sepa valerme por mi misma, sepa descubrir qué es lo mejor o que es conveniente. Quiero que mi opinión no nazca de la tuya, porque tú y yo somos personas independiente la una de la otra y no necesito, al menos ya no necesito de tus manos para secar mis lágrimas, abrir mis ojos y ver el camino que yo decido tomar. Ya no necesito tus manos, solo necesito tu voz que me apoye al levantarme, que me aliente a seguir hasta el final.
Es verdad, soy la hija que nadie quiere tener, tu primer fracaso, el más importante y ya no tengo "arreglo"... pero soy hija y tú eres madre... Mi mamá. Y eso es algo que nunca va a cambiar.
Te amo, mama... Mucho más de lo que piensas.
sábado, 18 de diciembre de 2010
. Libre en Libertad .
Cuéntame en un segundo, en un respiro, en un instante las verdades más dolorosas.
La certeza de existir en este mundo, de perderme en los andenes del desvarío y de rezarle a un dios inexistente me tiene en el limbo. Contorneo los retazos de un silbido transparente inundado de malicias convincentes y de peligros redundantes.
Comprendes? Me disfrazo de momentos varios, me confundo con las notas de una melodía, te pierdo... te sostengo y te vas, te mezclas tú con mis silencios. Te me esconden en las sentencias al olvido eterno. Te me vas... Y te pierdo... Y me pierdo.
Cántame con tus cuerdas el vals de medio día que me hace sonreír. No te vayas, no te escapes. Se me esconden los suspiros entre los pliegues de mis vértebras. Mis costillas bailan las canciones que dibujamos una noche de enero. Y no entiendo por qué te vas...
Te daré mi vida... otra vez. Te daré un segundo... a ver si te vas o te quedas.
Pero el destino nos retuerce y aquí me ves...
Mi pilar y mi sosiego... te irás?...
La certeza de existir en este mundo, de perderme en los andenes del desvarío y de rezarle a un dios inexistente me tiene en el limbo. Contorneo los retazos de un silbido transparente inundado de malicias convincentes y de peligros redundantes.
Comprendes? Me disfrazo de momentos varios, me confundo con las notas de una melodía, te pierdo... te sostengo y te vas, te mezclas tú con mis silencios. Te me esconden en las sentencias al olvido eterno. Te me vas... Y te pierdo... Y me pierdo.
Cántame con tus cuerdas el vals de medio día que me hace sonreír. No te vayas, no te escapes. Se me esconden los suspiros entre los pliegues de mis vértebras. Mis costillas bailan las canciones que dibujamos una noche de enero. Y no entiendo por qué te vas...
Te daré mi vida... otra vez. Te daré un segundo... a ver si te vas o te quedas.
Pero el destino nos retuerce y aquí me ves...
Mi pilar y mi sosiego... te irás?...
domingo, 12 de diciembre de 2010
miércoles, 8 de diciembre de 2010
(~)
Ahora mi vida es una película en 3D
Explícamelo... quieres?
Una parcela del cielo en la tierra... qué mejor. <3
Explícamelo... quieres?
Una parcela del cielo en la tierra... qué mejor. <3
martes, 7 de diciembre de 2010
Misión cumplida!
Pasamos todo este tiempo escodidas tras las sábanas de los miedos y la angustia que no supimos reaccionar frente a lo que se nos cruzaba en la mirada: el cariño.
Ayer descubrí que vives muy dentro de mi y no quiero sacarte de ahí. Que puedes herirme, pero también puedes hacerme muy feliz... Puedes llenar de silencios mis palbras y darle un poco de sentido a mi patética verborrea.
Hoy jugamos a ganar, una vez más. Hoy vencimos los demonios y volvimos a ser dos en esta tierra. Y hoy sonrio contigo (:
Misión cumplida!
Te adoro enana de mi <3!!
lunes, 6 de diciembre de 2010
Tranformar el viento en música
De pie frente a la cómoda de su pieza abre el primer cajón. De él saca dos cosas: una caja negra y rectangular con las puntas redondeadas; un enredo de fierros plegados unos sobre otro. Deja las cosas junto al televisor que está sobre el mueble, cierra el cajón, se agacha y abre el último. Entre telas y recuerdos se esconde un viejo libro que vuelve a la vida al contacto con sus manos. Cruje su rodilla izquierda cada vez que vuelve a pararse. Con el pie derecho empuja el cajón que se cierra silenciosamente.
A su espalda tiene una cama de dos plazas sobre la que deja la caja y el libro. Toma los fierros y uno a uno comienza a abrirlos con agilidad. Separa el primero hacia la derecha, saca el segundo a la izquierda, suelta una tuerca y el fierro crece. La aprieta otra vez. Se para y mide la altura. Quedó corto. Se agacha suelta otra tuerca más abajo y el fierro vuelve a crecer, la aprieta y se endereza. Toma el aparado por el centro y lo mueve cerca de la ventana. El atril está ahora en su lugar.
Vuelve a la cama y separa las hojas del libro. “Ejercicios de respiración”, “Sonata corta en Sol”, “Melodía en allegro”. Se para y deja el libro lleno de líneas y puntos en el atril. El último título es el elegido. Fija las hojas para que no se separen lo equilibra.
Vuelve a la cama por última vez. Abre la caja y de ella saca dos pañales de tela y tres cilindros metálicos. Saca la boquilla y quita su protección plástica, la limpia con un pañal y la deja a un lado. Saca la parte más larga. Es un complejo sistema de llaves que se abren y cierran dependiendo de dónde estén sus manos. Quita la protección y con el otro paño limpia los brillos perdidos de su cuerpo. Con mucho cuidado une la primera y la segunda parte. La pone en su lugar, cierra un ojo y se fija si quedó bien puesta. Un giro lento y suave y la primera parte ya está completa.
De la caja saca la parte más pequeña. Es la última y no tiene protección plástica. La limpia, la pone y gira. Todo listo: atril en su lugar, libro abierto y firme, flauta armada.
Se para frente al atril. Separa sus pies en un ángulo de ochenta grados. Respira profundamente. La mano derecha va por delante; la izquierda por detrás. Cada dedo en una llave y los labios en la boquilla. Erguida mirando el pentagrama comienzan a salir una tras otras las notas que se atropellan en una melodía en allegro.
A su espalda tiene una cama de dos plazas sobre la que deja la caja y el libro. Toma los fierros y uno a uno comienza a abrirlos con agilidad. Separa el primero hacia la derecha, saca el segundo a la izquierda, suelta una tuerca y el fierro crece. La aprieta otra vez. Se para y mide la altura. Quedó corto. Se agacha suelta otra tuerca más abajo y el fierro vuelve a crecer, la aprieta y se endereza. Toma el aparado por el centro y lo mueve cerca de la ventana. El atril está ahora en su lugar.
Vuelve a la cama y separa las hojas del libro. “Ejercicios de respiración”, “Sonata corta en Sol”, “Melodía en allegro”. Se para y deja el libro lleno de líneas y puntos en el atril. El último título es el elegido. Fija las hojas para que no se separen lo equilibra.
Vuelve a la cama por última vez. Abre la caja y de ella saca dos pañales de tela y tres cilindros metálicos. Saca la boquilla y quita su protección plástica, la limpia con un pañal y la deja a un lado. Saca la parte más larga. Es un complejo sistema de llaves que se abren y cierran dependiendo de dónde estén sus manos. Quita la protección y con el otro paño limpia los brillos perdidos de su cuerpo. Con mucho cuidado une la primera y la segunda parte. La pone en su lugar, cierra un ojo y se fija si quedó bien puesta. Un giro lento y suave y la primera parte ya está completa.
De la caja saca la parte más pequeña. Es la última y no tiene protección plástica. La limpia, la pone y gira. Todo listo: atril en su lugar, libro abierto y firme, flauta armada.
Se para frente al atril. Separa sus pies en un ángulo de ochenta grados. Respira profundamente. La mano derecha va por delante; la izquierda por detrás. Cada dedo en una llave y los labios en la boquilla. Erguida mirando el pentagrama comienzan a salir una tras otras las notas que se atropellan en una melodía en allegro.
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