sábado, 3 de septiembre de 2011

4:02 am

Encontraré en mi camino cien personas de las que 97 no valen la pena. Te convertiré en una de las otras tres que sí. Me harás reír. Me harás feliz. Me convertirás en un alma conforme con sigo mismo. Me desilusionarás. Te abandonaré. Serás parte de los 97 que no valían la pena. Y el círculo se vuelve a repetir.

Cerraré mi camino para no tener que complacer placeres ajenos. Me comportaré como una niña aún cuando no lo quieras. Te dejaré en vergüenza frente a tu amigos. Y frente a todo el mundo. Pelearemos. Me romperás el corazón. Prometeré no verte en ocho años. Y seguirá doliendo tu voz en mi tímpano.

Ayunaré dos días. Bajaré dos kilos.

Dormiré dos noches. Leeré.

Viajaré un mes por Europa. Odiaré ese viaje. Cantaré en un bus en Roma.

Sonreiré cada vez que vea a la segunda persona que sí vale la pena. Correré y saltaré. Me comportaré como una niña. Reiré. Gritaré susurrando el nombre de cosas que aún no existen. Las nubes bajarán y me llevarán. Moriré.

Recuperaré la cordura y la salud.

Viviré eternamente.

Amén.