Intento, juro que intento... Una y otra vez, pienso y repienso, siento palpo, pruebo y no... no entiendo.
Siento que me voy, siento que a veces te vas, siento que la fuerza se cuela con el mar que admito no haber visto en todo el año. Siento como si estuviéramos perdiendo el partido por mis faltas, el entrenamiento no sirve para ganar si el equipo contrario - por injusta razón - nos supera en número y fuerza. Será que somos débiles? Será que no somos lo suficientemente fuertes? Realmente podemos?
En ningún caso quiero decir que me arrepiento de hacer el esfuerzo, mucho menos que no quiero hacerlo, solo digo que quisisera poder hablarte frente a frente, sentirte sin perder la señal, escucharte en mi oído y sentir tu respiración en mi cuello... solo digo que te extraño como nunca, más que nadie, y como antes no supe aguantar.
No lloro, no grito, no pataleo, no me quejo, solo espero y espero y espero, y esperaré... que aunque no vea que el camino nos lleve a la perfección, quiero sentir que no amo en vano, que no he llorado en vano y que mis muñecas no me han tentado de desaparecer en vano...
Soy el viento que suspira en tu oído cuando abres la ventana...
Soy el agua que se va cuando lavas tus manos...
Soy el puño que limpia tus lágrimas...
Soy el suelo que te da seguridad [quisiera]...
Soy lo que soy... si es que lo soy...
Soy lo que te ama, de eso sí estoy segura.
Soy la que te abraza y te empuja con un beso.
Soy la que confunde tu silueta.
Soy la que perdona mis caídas y tus tropiezos.
Soy... la que tú quieras que sea.
Soy la que te dice: Felices seis meses. Te amo hoy más que ayer y menos que mañana.
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